sábado, 8 de agosto de 2015

18. Sophie (Parte 2)

- Y solo quedan cinco dias para que se produzca el eclipse solar -habia dicho el Rey William.
Teniamos cinco dias. Solo cinco dias para derrotar al Rey Nim. Para ahorrarnos el viaje, el Rey William nos iba a transportar hasta el reino de su hermano pero...
- ¡Y encima tiene la decendia de celebrar su cumpleaños! Esto es increible. -mi hermano estaba encolerizado con las ultimas noticias- ¿Como va a celebrar un baile despues de esto? Tenemos cinco dias...
- Ahora son cuatro -puntualizo Kevin.
- ¡Pues peor me lo pones! Tenemos cuatro dias para pararle los pies al Rey Nim. ¡Pero el va a celebrar un baile! Claro. Logico.
- Bueno, quizas sea nuestra ultima oportunidad para disfrutar de algo asi -contesto Killian, manteniendo el optimismo.
- Pienso que en cierta forma puede ser bueno para nosotros. -siguio Syracus- Ultimamente hemos estado expuestos a mucho estres, quizas esta pueda ser la forma de relajarnos.
Dicho lo cual, todos asentimos, y cada uno se fue a su habitacion para prepararse.

A poco tiempo del atardecer, me encontre con Lucy y Alby en las escalaras, para bajar juntas al salon principal, pero al llegar solo estaba Syracus.
- Buenas noches, señoritas -hizo una reverencia y le dedico una sonrisa a Lucy.
Le devolvimos la reverencia.
- ¿Donde estan Killian y los demas, Syracus? -pregunto Alby.
- Los llamo el Rey William porque al parecer puede contener sus poderes de alguna forma. En realidad dijo que llegarian para el baile asi que deben de estar al llegar.
- Y en realidad, ya estamos aqui.
Killian aparecio junto con los chicos bajando la escalera. No tenian ni garras ni pelo. Mas bien, estaban bastante elegantes.
- ¿Como lo ha conseguido?
- Al parecer, ha ligado nuestra fuerza al castillo. A canalizado la energia oscura convirtiendolo en algo bueno.


Quedaban unos pocos minutos para la medianoche, y despues de bastante tiempo nos lo estabamos pasando realmente bien.
Comenzo entonces un baile mas lento que los anteriores.
- ¿Me concedes este baile?
Acepte la mano que me tendia Kevin, y salimos a la pista de baile.
- ¿Recuerdas cuando me enseñaste a bailar?
- Como olvidarlo -me sonrio Kevin.

Fue hace un par de años, cuando Derek habia encontrado un trabajo nuevo, y pasaba muchas horas sola. Estaba volviendo al atardecer a casa, y Kevin me acompañaba, por que esas horas ya comenzaban a ser peligrosas.
- Oye, Soph, ¿vas a ir al baile de la plaza?
- No creo. Tengo que atender la tienda, hacer las cosas de la casa. Estoy ocupada.
- Oh, vamos. Por una vez que podemos celebrar algo.
- Ademas... no se bailar -confese algo avergonzada.- Mi madre nunca me enseño a bailar.
- Yo te enseñare -dijo con aquela sonrisa amable que me gustaba tanto.
- ¿En serio?
- Claro. -me paso un brazo por los hombros para acercarme a él.- Podemos practicar cuando tu hermano trabaje, asi no te asustaras por la noche -el tono de guasa y golpecitos en la cabeza me empezaban a poner nerviosa.
- ¡Vale! -me separe de el bruscamente, agradeciendo la poca luz de la tarde.
Desde aquella tarde durante un par de semanas me enseño a bailar. La verdad, no se como aguanto mi torpeza porque los primeros dias no deje de pisarle.

Aquel ponche era bastante fuerte, aunque no lo pareciera. A penas habia bebido un par de vasos y estaba algo atontada,a si que decidi dejarlo por un tiempo.
Un, dos, tres, bailar se me estaba haciendo sencillo. Despues de bailar con Kevin el baile lento, comenzo otro baile mas formal.
Esta vez un chico de nuestra edad fue mi pareja. Desde el momento que me toco senti algo extraño... de repente estaba un poco mareada. No le di mas importancia, seguro que era cosa del ponche.
- ¿Con quien tengo el placer de bailar? -pregunto.
- Me llamo Sophie Lestrain, ¿y usted?
- Lestat de Lioncourt -respondio con una sonrisa encantadora.
Bailamos unos pasos mas, y yo seguia sintiendome rara. Entonces se inclino hacia a mi y...
- Escuchame con atencion, ahora vas a reir y luego nos iremos lentamente, ¿de acuerdo?
Mi cuerpo rio en respuesta. ¿Que pasaba? ¿Que sucedia? Era como si no fuera yo, como si mi mente estuviera fuera de mi cuerpo.
Momentos despues me estaba guiando por los pasillos, y yo parecia sonambula.
- Ven, tranquila no pasa nada -aunque susurraba, su voz rebotaba en mi mente- Falta poco, tranquila.
Habiamos llegado a una habitacion bastante alejada con balcon.
Se acerco tanto a mi que deberia haber sentido su aliento, pero... pero no respiraba. Entendi lo que pasa demasiado tarde.
Detecte movimiento en la puerta, pero no podia hablar, ni siquiera cuando senti sus labios en mi cuello.
Ya no veia nada a mi alrededor. Cuando me dijo que le esperara, me paralizo completamente.
Desperte completamente en el momento que Cus entro en la habitacion.
- ¡¿QUE SE SUPONE QUE ESTAS HACIENDO?!
Syracus bullian en ira, acercandose a Lestat. Nunca le habia visto asi, y por primera vez, senti la enorme energia que desprendia.
Mi amiga yacia en brazos del vampiro. Dos gotas de sangre resbalaron por el cuello de Lucy.
- Eh, amigo, lo siento. No sabia que era tu presa.
- ¿MI PRESA?
Lestat le tendio a Syracus el cuerpo inconsciente de Lucy, como si fuera una ofrenda de paz.
Aunque ya estaba completamente despejada, sentia que no podia moverme, este era un momento demasiado importante.
- Claro, amigo. Perdona si te he molestado. No te preocupes, yo me quedare con la otra y todo arreglado. Entiendelo, tendras que compartir. Yo tambien tengo hambre.
- Seras cabrón -mascullo entre dientes.
De no ser porque Lucy estaba entre los dos estoy segura de que se habria abalanzado sobre el en ese mismo instante.
Por suerte, Syracus se controlo lo suficiente como para alejarse de el, aunque Lestat lo miraba con una mezcla de extrañeza y diversion. Entonces se giro a mi.
- Y... ¿por donde ibamos tu y yo?
- Alejate de mi.
Segui a Syracus, que andaba a paso ligero llevando a Lucy hacia su cuarto.
- ¡Sophie! ¡Cus! Menos mal que estais bi...-Kevin se detuvo cuando vio a mi amiga desmayada- Oh, mierda, ¿que ha pasado? 
- Ese estupido ha intentado merendarse a Lucy. Y a Sophie tambien, por cierto.
- ¿Que de que? Soph, ¿estas bien? Estas palida. Y Syracus, anda mas despacio, por Dios, esto no es una carrera.
Syracus le fulmino con la mirada, sus ojos reluciendo con furia contenida, tanto que nos quedamos alli de pie, viendo como el vampiro metia a Lucy a su habitacion.
-¿Que ha pasado exactamente?
Le conte todo lo que recordaba acerca del otro vampiro de vuelta a mi habitacion, puetso que ninguno se sentia con animos de volver al baile.
Terminaba la historia mientras intentaba encender una vela, pero parecia que del susto a mi magia no le apetecia funcionar, solo soltaba chispitas.
Senti entonces sus abrazos alrededor de mi, estrechandome contra su pecho.
- No vuelvas a darme un susto asi, por favor. -sus manos temblaban.
- Estoy bien -susurre entonces- Estoy bien.

Habia llegado el momento de partir. Nos reunimos todos en Torreon de Astronomia del Rey William. Era el momento de marcharse. Habiamos decidido que por su propia seguridad, dejariamos a Tommy en el castillo, a salvo, por si acaso, aunque en realidad, él no sabia que nos marchabamos.
El Rey William pronuncio unas palabras en un idioma extraño y, aunque no lo reconoci, se notaba que era antiguo, y la magia fluia en las palabras que recitaba.
En el momento que termino el conjuro, un portal blanco aparecio ante nosotros.
- Recordad que hoy es el eclipse de sol. Teneis que detenerle antes de que consiga realizar el conjuro. Este tendra su maximo poder cuando la luna tape completamente al sol.
Syracus cruzo primero con Lucy, despues cruzamos Derek, Kevin y yo, y por ultimo Alby y Killian.
Habiamos llegado a lo que parecian los calabozos. No habia ventanas, y las paredes eran de piedra, tenuemente iluminadas por unas pocas antorchas.
- Sera mejor que nos demos prisa-Syracus emprendio la marcha a traves de los oscuros pasadizos.

Ψ
Tommy se desperto muy asustado, tenia un mal presentimiento. ¿Donde estaba su hermano? ¿Y los demas? Estaba seguro de que cuando se durmio, Cus seguia alli.
Se deslizo por los pasillos, aun algo somnoliento, buscando a su hermano, o a cualquiera que conociera. En realidad, no andaba hacia ningun sitio en concreto, pero cuando se quiso dar cuenta, estaba frente a unas escaleras infinitas.
- ¿Cus? -susurro- ¿Estas ahi?
Por supuesto, no hubo respuesta, asi que subio cautelosamente las escaleras. Llego a la parte mas alta del Torreon de Astronomia, donde Killian y Alby estaban terminando de cruzar el portal. El pequeño lo vio todo escondido detras de una pared, preguntandose a donde llevaria.
Pero eso daba igual. Aun tenia un sentimiento en el pecho, como si algo muy malo estuviera a punto de pasar.
El Rey William estaba a punto de cerrar el portal. Estaba recitando las palabras del contra hechizo, y si se cerraba, quien sabia cuando volveria a ver a su hermano y a sus amigos. En un instante desesperado, corrio hacia el portal, sin darle tiempo al Rey a reaccionar.

Tommy se levanto torpemente. Habia llegado a una habitacion de piedra.
"Demasiada oscuridad" pensó.
Podia sentir los poderes oscuros que emanaban del castillo. No solo era la ausencia de luz. Aquellas piedras desprendian energia maligna. Ahi no podia quedarse, tenia que buscar a los demas.
Se dirigio entonces en sentido contrario por donde, sin saberlo, habian ido sus amigos.

 Ψ
Por fin, habiamos encontrado al Rey Nim, despues de estar un buen rato dando vueltas por aquel laberinto que se hacia llamar castillo. Este estaba de espaldas, en un torreon muy parecido al de Astronomia del Rey William, solo que mucho mas desordenado, y que tenia una buena vista del mar embrabecido.
Precisamente, el Rey Nim estaba mirando por la gran ventana, pero no al mar, si no al cielo, que comenzaba a oscurecerse.
- Dentro de poco estara listo -comento, como si supiera que habia alguien mas en la habitacion- Pronto podremos hacer que renazca.
Me fije entonces en el centro de la habitacion, donde un cuerpo envuelto en vendas, putrefacto (el olor me picaba en la nariz), yacia en un altar de piedra, a penas iluminado.
- Calla -respondio una voz, que no supe localizar. Sonaba ronca, anciana.- ¿No has notado que tenemos compañia?
El Rey Nim se giro rapidaente hacia nosotros, y pude jurar que mi corazon se detuvo en ese instante. No nos quedo otra que salir de nuestro escondite, y solo entonces pude observar bien el cadaver que reposaba en el altar. A penas si era pellejo y hueso, literalmente, corroido por el tiempo.
- Nim -dijo lentamente la voz, desde algun rincon oscuro- ve a por el otro. Traelo, vivo o muerto, pero ocupate de el. Yo me hare cargo de estos... sujetos.
El Rey Nim hizo una inclinacion de cabeza y salio de la habitacion como una exhalacion, a penas dirigiendonos una mirada.
- ¿Ahora que somos? ¿Cobayas? -se atrevio a decir mi hermano.
La figura salio de su rincon, mostrando a un hombre encorvado, anciano, con una larga barba blanca e incontables arrugas, como si hubiera vivido cien años. Llevaba una capa marron, que parecia tan fina como el papel.
Con tan solo alzar la mano, hizo que mi hermano se retorciera de dolor.
- ¡Derek! ¿Que le estas haciendo? ¿Como...?
- Es mi poder niña. Yo ayude a otorgarle esos dones, por supuesto puedo controlar los elementos oscuros que yacen en su interior.
- ¿Q-quien eres tu? -pregunto Killian.
- Yo soy Esprectrum.
Entonces alzo la otra mano y los demas chicos cayeron al suelo, aullando de dolor.
- ¡Basta! - Lucy grito, y los objetos y frascos de las estanterias mas altas volaron hacia Espectrum a gran velocidad. Para nuestra sorpresa, con un simple movimiento de dedos lo convirtio todo en cenizas.
- ¿Que demonios eres tu? - incluso con la poca luz del eclipse podia ver que Alby habia empalidecido.
- Yo soy un dios. El primer dios, el que controlo Alberna durante milenios, antes de que Lux apareciera. He vagado de cuerpo en cuerpo durante mucho... mucho tiempo. Y hoy por fin tendre la oportunidad de vencerle. ¡Y nadie me lo va a estropear!
Separo las manos con violencia, y la mitad de nosotros salio disparada hacia una estanteria, la otra hacia la pared.
Alby habia aterrizado a unos centimetro de mi. Mientras tanto, Espectrum habia vuelto a observar el eclipse, la luna ya casi cubriendo completamente el sol.
- Hay que distraerlo -dijo mi amiga, con la voz rota.
- Pero.. ¿como?

Ψ
Tommy estaba escondido detras de unas cajas de madera. Una persona extraña, de cabello rizado y ojos anaranjados le impedia moverse, ya que si volvia por donde habia llegado le escucharia, y no podia cruzar la puerta que habia detras del extraño sujeto.
El pequeño intentaba pensar en alguna forma de escapar. Aquel presentimiento que habia tenido al llegar habia incrementado, hasta formarse en el un sentimiento de verdadero terror.
Escucho crujir la puerta, y se asomo lo justo para ver a otro hombre, alto y canoso, que caminaba con aires de grandeza.
- Lestat.
- ¿Si, señor?
- ¿Has visto a un dotado por aqui?
- ¿En su castillo, mi señor? -le provoco.
- Pues claro, idiota.
- No -respondio el vampiro mirandose las uñas, ante el disgusto del Rey- pero lo he olido. Si se refiere al renacuajo entre las cajas, claro.
Tommy observo, aterrado, como el Rey avanzaba hacia el, y decidio hacer lo unico prudente en esos momentos. Echo a correr.
El Rey Nim le siguio, apresurado, pero Lestat no se movio. Total, el no necesitaba perseguirle para saber como acabaria aquello.
En ese mismo instante decidio que iria a ver si habia cosas mas divertidas por el castillo, y si no, se iria a buscar algo mas entretenido para hacer. Estaba harto de aquel Rey petulante y al viejo al que seguia por todas partes.

Ψ
 Alby y yo no sabiamos que hacer. Estaba segura de que si decia una sola palabra mas, Espectrum se percataria de que no estabamos inconscientes, si es que no lo sabia ya.
Entonces tuve una idea.
Despacio, muy despacio, me movi para poder mostrarle mi tatuaje, y depues señalarla a ella. Esperaba que lo entendiera.
Primero me miro extrañada, pero despues, una chispa de compresion cruzo su mirada.
Alby intento invocar agua. Nada. Me miro, negando con la cabeza. intente invocar fuego, pero nada sucedia, no salia ni una chispa. El eclipse debia estar ya lo suficientemente avanzado como para quitarnos los poderes.
- ¡Destruid el cuerpo! -grito entonces Cus.
Es verdad, eso era lo importante. Habia que encontrar la forma, aunque fuera sin poderes, para evitar que Espectrum volviera a su anterior cuerpo.
-¡No! -la voz de Espectrum me hizo estremecer hasta los huesos- No os dejare.
Chasqueo los dedos, y los chicos

Ψ
Tommy se habia encerrado a si mismo. Habia llegado a las catacumbas, y alli ya no habia escapatoria.
El Rey Nim tenia una mirada enloquecida por el odio.
- Este es tu final dotado. Nadie se interpondra en los planes de Espectrum.
Tommy sintio entonces a Syracus, a metros de alli. Sentia tambien a las chicas, a penas unas luces en aquella oscuridad que emanaba el castillo.
Podia sentir lo que Syracus iba a hacer.
El Rey Nim lanzo un ataque mortal, pero el niño lo esquivo. En ese momento, al igual que antaño, dos fuerzas primordiales se enfrentaban en una lucha mortal.
Tommy podia sentir las fuerzas de Nim menguar, pero el tampoco resistiria mucho.
Finalmente, el Rey Nim se acerco al niño, que estaba agotado de correr.
- Se acabo -dijo entonces.
Lanzo un ultimo hechizo, y a la vez, Tommy cogia un cuchillo cercano y se lo clavaba en el pecho.

Ψ
Los chicos parecian titeres. Literalmente parecia que fueran movidos por cuerdas invisibles, torpemente, haciendo los mismo movimientos mecanicos que un muñeco de feria. Tenian la mirada vacia y cada uno se acercaba peligrosamente a nosotras. El unico que no parecia afectado era Syracus, pero estaba igual de debil que nosotras.
- No pueden escapar de mi control -decia Espectrum- No dejare que nada salga mal esta vez.
En ese momento, los chicos se abalanzaron sobre nosotras, mordienos e inyectando el veneno mortal de sus colmillos.

Ψ
Espectrum sentia perversa felicidad. Un sentimiento extraño en el, ya que hacia muchos siglos que no lo sentia de esa forma. Un rastro de cuerpos, de dotados y de seres de la noche, se extendian por la habitacion.
El ansiado momento estaba llegando, unos segundo mas y podria renacer con aquel cuerpo, aquel que le permitiria derrotar a su mas antiguo enemigo. Aquel que podria enfrentar a Lux.
Habia notado algo por el rabillo del ojo. No, imposible. Se habia asegurado de que sus corazones jamas volvieran a later.
Pero ahi estaba de nuevo. Una sensacion extraña, como si un manto invisible recubriera la habitacion.
Cuando quiso darse cuenta, la ilusion habia acabado, y el muchacho vampiro se desplomaba al lado de una estanteria.


Ψ
Habia funcionado. No se que habia hecho Syracus, pero habia conseguido que Espectrum se quedara paralizado el tiempo suficiente para que pasara el eclipse.
- No es posible. ¡NO! NO DEBERIAIS HABER INTERVENIDO. ¡ESTO NO TENIA QUE SUCEDER ASI!
Pero ya era muy tarde para cambiarlo todo. El eclipse ya habia pasado su centro, y ahora la luna se alejaba del sol, dondo al cielo un tono anaranjado.
Estaba tan debil... Casi podia sentir como si el veneno circulara por mis venas, mucho mas fuerte que la ultima vez.
Pensaba que iba a explotar, o a soltar toda su maligna energia de golpe contra nosotros pero no lo hizo. Mas bien, se encorvo aun mas, si eso era posible, riendo. Estaba completamente loco.
Vi como lentamente, Lucy y Alby se daban de la mano. No sobreviviriamos a esa noche, estaba segura.
Senti la mano de Lucy cerca de la mia, y asi acabamos. Las tres juntas. como al principio.

Ψ
Lestat lo habia visto todo.
- Jamas descansareis en paz. Jamas podreis detenerme -murmuraba Espectrum- Y a ti... A ti te tengo reservado un castigo especial por osar rebelarte contra mi.
Se dirigio entonces a Syracus.
Lestat se armo de valor. Todas y cada una de las moleculas de su cuerpo le pedian que huyese pero esta vez no. Esta vez no.
Agarro uno de los trozos de cristal afilado que habian esparcidos por toda la habitacion, gracias a la magia de Lucy.
Se acerco a Espectrum, que, debil y distraido como estaba, no noto al vampiro que se le acercaba por detras y le rebanaba el cuello.
- Lo siento, viejo. Pero no convendría que destruyeras el mundo. No tendria sitio donde divertirme -dijo.

Ψ
Syracus se encontraba en la nada. Literalmente, flotaba en un espacio vacio, oscuro, solitario y frio.
Sintio entonces una calidez, y una pequeña luz que giraba en torno a él. La pequeña luz se alejo de el, pero aun asi le seguia trasmitiendo un calor agradable.
La pequeña luz tomo forma, una forma que conocia muy bien.
- ¡Tommy! -el pequeño le sonrio- Espera, ¿que haces aqui? Deberias estar en el castillo de William, a salvo. ¿Donde estamos por cierto? Estamos... ¿estamos muertos?
- No. No exactamente. Estamos en tu mente, Cus. No has muerto. Los vampiros no pueden morir asi como asi. Por el contrario, yo no he tenido tanta suerte, supongo.
- P-pero, ¿que ha pasado?
-De nuevo, Tommy sonrio tristemente.
- El Rey Nim me mato. Morimos al mismo tiempo... aunque de formas diferentes, como puedes ver. Pero no es eso por lo que estoy aqui, hermanito.
El vampiro le miro sin entender.
- Ahi fuera han sucedido cosas muy graves. Cosas que no te puedo contar, por que tienes que descubrirlo tu mismo, pero creeme que no te van a gustar.
- ¿Como sabes todo eso, Tommy?
- Ahora tengo mucha mas visibilad del pasado, presente, y futuro, que la que tuve estando vivo. Puedo sentir que muchas cosas estan cambiando y que estan a punto de cambiar. Lucy y los demas... no tienen el mejor destino en estos momentos.
- ¿Que les ha sucedido? ¿Que les ha hecho Espectrum?
- Lo averiguaras cuando despierte, Cus. Tendras que hacer un largo viaje, y muchos sacrifios pero... pero quiero que sepas que no estaras solo. Me quedare aqui, contigo. Estare cuando me necesites, ¿vale?
El pequeño alzo los brazos hacia su hermano mayor, que le abrazo fuertemente.

Entonces desperto.
Una figura conocida se alzaba cerca de el. Intento incorporarse pero sentia los musculos pesados.
- Tranquilo, Syracus. Tomatelo con calma.
Lestat lo miraba fijamente, delante del cuerpo marchito de Espectrum.
Miro a su alrededor y pudo ver a sus amigos, palidos e inmoviles.
-  ¡¿Que ha pasado?! ¡Lucy! ¡Killian!
Se acerco al cuerpo de la primera, que era la mas cercana, y le comprobo el pulso. Nada.
- Lo siento. No he podido hacer nada.
Syracus no respondio. Abrazaba el cuerpo de la muchacha, derramando lagrimas amargas.
- Escucha, he visto algo... algo importante. He visto al viejo abrir ese portal -señalo el bucle de oscuridad, aun activo- y decir un par de cosas importantes. Que si el no podia controlar este mundo, no podrian habitar en el, pero tambien dijo que jamas descansarian. Creo que no estan muertos. Creo que volveran... donde quiera que lleve ese portal.
Syracus habia esuchado todo aquello con atencion. Tommy habia tratado de prepararle para ello. Tenia que seguirles. tenia que seguir a Lucy.
Syracus se levanto lentamente, esta vez con mas fuerza.
- ¿Vas a ir a traves del portal, verdad? -le pregunto Lestat.
- Si.
- Te acompañare.
Syracus le miro, extrañado.
- ¿Por qué?
- Bueno, por que aqui uno ya no se lo pasa tan bien como antes. Ademas, si el viejo era quien creo que era... volvera en algun momento, y prefiero que no me encuentre. Ya sabes, por si acaso.
Syracus asintio, y cruzo el portal, seguido de Lestat.






Ψ
Oscuridad.
En ese momento no veia otra cosa que la oscuridad mas profunda.
Hasta que vi la luz. Era tan bonita... parecia que me llamaba. Me acerque a ella, preguntandome a donde me llevaria. Al tocarla, senti un nuevo tiron hacia la vida.

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