viernes, 21 de agosto de 2015

CAPITULO DE TRANSICION: CAMELOT

S. VI

- Madre, por favor, no quiero ir.
- Lo siento, Morgana. Es lo que dice tu padrastro -repico la Reina Lady Igraine-, el Rey.
- Pero, Madre, mis hermanas...
- Sin replicar, Morgana.
- Si, madre -contesto de mala gana la niña.
- Cuida tu tono, niña. Ademas, tus hermanas ya estaban en edad casadera. Hasta que tu no cumplas los quince años no saldras del convento, como a ordenado Uther.
- Si, madre.
Finalmente, el carrueje en el que iban se detuvo. Lady Igraine bajo de el, llevando en brazos a su hermano pequeño, Arturo, al que en esos momentos, Morgana envidiaba terriblemente. Morgana bajo con la ayuda de uno de los sirvientes.
El convento, de piedra maciza, se alzaba ante ella. Una monja, algo anciana ya, la esperaba.
- Majestad -inclino la cabeza ante la reina.
- Buenas tardes, madre superiora. Espero que ya tengan el lecho para mi hija.
- Por supuesto, Majestad. Esta todo preparado.
La monja guio a Morgana por los pasillos del convento, mientras su madre se subio al carruaje, de vuelta a palacio.






Dos años despues, cuando Morgana cumplia los diez años, su madre tampoco fue a visitarla. Aun asi, como era invierno y su habitacion no tenia chimenea, se escapo hasta el comedor, que si tenia. Pero cuando llego alli, ya la habian apagado.
- Odio este frio. En casa nunca hacia frio -murmuraba, mientras alargaba la mano y hacia brotar una llama, y utilizaba el atizador para avivarla.
Entonces escucho una exclamacion ahogada detras de ella. Era una de las monjas, que retrocedia y se marchaba corriendo, espantada. Al poco, la madre superiora llego, la monja aterrorizada detras de ella.
- ¡Es una bruja! La he visto encender un fuego de la nada.
La madre superiora no se molesto en preguntar. Agarro a Morgana y la encerro en su habitacion. Aun asi, puedo escuchar a traves de la puerta lo que decian sobre ella.
- ¿Que haremos con la princesa, madre superiora?
- Es una bruja. No hay otra cosa que podamos hacer. Es preciso que despiertes a las demas y que reunan leña en el patio.
- De acuerdo, madre superiora.
Morgana se asusto entonces. ¿Habian avisado siquiera a su madre? Ella no lo permitiria. Despues de todo, era hija de la Reina.
Aun asi, comprendio, era una bruja. No la dejarian irse. Rapidamente, abrio las ventanas de par en par. Fuera, se escuchaba una gran tormenta, los truenos disimularian cualquier ruido que hicieran. Ató su unica sabana y los pocos vestidos que tenia, y se escapo. Corrio, y corrio, hasta llegar a los mas profundo del bosque. Alli, se refugio en una cueva, y se quedo dormida enseguida.
Al despertar, una joven de sedoso cabello y ojos claros la observaba.
- Buen dia, muchacha. ¿Que te trae a lo mas profundo del bosque de Camelot? ¿Cual es vuestro nombre?
- Mi nombre es Morgana. Yo estaba huyen- -se callo, al comprender de que ella podria llevarla de vuelta al convento.
- ¿Estabas huyendo? No me digas que eres una ladronzuela, aunque no me extrañaria con ese parecer. -señalo sus ropajes, que mas bien era el camison que utilizaba para dormir, todavia sucio del barro del bosque, y empapado por la lluvia del dia anterior.
- ¡No! ¡Por supuesto que no soy una vulgar ladronzuela! -estallo Morgana, aunque se arrepintio al instante.
- ¿Ah, no? ¿Entonces? -la joven se acerco mas a ella.
- Yo... -comenzo antes de estornudar.
- Te vas a resfriar -con un moviento de mano, la muchacha saco, literalmente, el agua de su ropa, dejando a Morgana boquiabierta.- Deja que lo adivine. Te perseguian por bruja.
La niña, con los ojos muy abiertos asintio, aun observando las manos magicas de la muchacha.
- Entonces dejame que te lleve a Avalón. Es la isla donde mis hermanas y yo vivimos. Te enseñare a utilizar tus poderes. -le tendio una mano, sonriendo, que Morgana acepto gustosa- Por cierto, mi nombre es Niume.


Años despues en palacio, el Rey Arturo vestia de negro. Se conmemoraba el primer aniversario tras la muerte de su padre, el Rey Uther Pendragon, asi que el se encontraba en su lecho.
- Merlin, deberias saber que despues de tantos años, se cuando utilizas tus hechizos.
- Majestad, -saludo con una inclinacion- le reclaman en palacio.
- Y te he dicho muchas veces que no me hables tan formal. Aunque yo sea el Rey y tu hayas sido mi maestro. Es mucho tiempo, Merlin.
-Como desees, Arturo. Pero te repito, deberias volver ya. Al parecer, una monja a venido a veros, es decir, verte.
- De acuerdo.

Al llegar a palacio, la monja que antaño habia acusado a Morgana se presentaba ante el nuevo Rey, y su mas sabio consejero, y mas antiguo amigo, ahora como nueva madre superiora, trece años despues. Le conto lo que habia pasado con su hermana, pues, respecto a lo que Arturo sabia, en cuanto salio del convento fue entregada en matriomonio, y se habia marchado al otro lado del mar.

- ¡Esto es inaceptable! -a pesar de tener nada mas que 16 años, Arturo estaba indignado-. Jamas lo habria imaginado. Mi pobre hermana habra estado deambulando sola todos estos años. Ni siquiera la recuerdo, apenas habia nacido cuando la dejaron a su suerte en aquel convento.
- Arturo, tranquilizate.
- Sucedio hace mas de quince años. ¡A saber donde estara ahora!
- Podemos intentarlo, Arturo.
- ¿Me ayudaras?
- Por supuesto.
De esta forma, ambos buscaron a la hermana de Arturo durante mucho tiempo. Pero incluso con la magia del joven mago, no pudieron encontrar a la muchacha. Finalmente, Arturo tuvo que volver a sus asuntos reales, pero Merlin no se rindio. El mago continuo buscando a la joven, por encargo de su Rey.
Merlin busco por todo el mundo, pero, diez años despues de haber comenzado la busqueda, volvio a Camelot, pero, cuando cabalgaba por el bosque, su caballo tropezo, cayendo Merlin y quedando inconsciente.

Le desperto una joven de cabellos negros y ojos azules. Le estaba vendando la cabeza.
- ¿Os encontrais bien, mi señor?
- Si. Os estoy muy agradecido.
- Me alegro, mi señor. Os habeis dado un golpe muy fuerte.
- ¿Y mi caballo?
- Huyo. Cuando os encontre solo vos estabais inconsciente. ¿Me permitis conocer vuestro nombre?
- Merlin ¿Y el suyo, señorita?
- Morgana. Morgana Le Fay.
- Morgana Le Fay*... ¡No sereis vos Morgana, la hermana con poderes del Rey Arturo!
- ¿Del Rey Arturo? -la chica aparento desconcierto unos instantes- ¿Mi hermano es Rey?
- Entonces, es cierto. Vos sois Morgana. ¿Donde habeis pasado los ultimos veinte años? No he podido encontraros ni con magia.
- Estuve aprendiendo en Avalón, la isla de las Hadas. Normalmente no vengo a Camelot, pero aqui hay plantas que no crecen alli, y este tipo de flor -le enseño una de color blanco- solo florece durante la luna llena. Vengo cada mes.
- ¿Y no habeis pensado en volver?
- No. Cuando me escape intentaron quemarme. No es que deseara especialmente repetir la experiencia.
Se escucho un trueno en la distancia.
- Mi señor, conozco una cabaña cerca de aqui. Seria mejor refugiarnos antes de que comience a llover, vos aun estais debil.
Decidieron que como ya era muy tarde se quedarian a dormir en la cabaña. A medianoche, cuando Merlin dormia, Morgana se acerco a el, con un cuchillo incandescente. Pero, por alguna extraña razon no pudo acabar con su vida.

La mañana siguiente, Merlin desperto en su habitacion de palacio. Al salir de su habitacion, ya vestido y sin saber como habia llegado, se presento Arturo ante el.
- Merlin, ¿cuando has vuelto?
- No estoy seguro.
Merlin le conto a su amigo lo sucedido en el bosque, y su encuentro con Morgana.
- ¿Cada mes? ¿En Luna llena?
- Si, ¿hay algun problema?
- Cada mes en luna llena desaparecen objetos. He tenido que esconder bien Excalibur para que no desaparezca.
- Y piensas que ha sido Morgana -no era una pregunta-. Tiene sentido, pero podria ser una casualidad.
- Las casualidades no existen, despues de todo...

En Avalón, Nimue discutia con Morgana.
- ¡No tendrias que haberlo dejado alli! Ahora sospecharan, y la proxima semana ibamos a robar a Excalibur por fin.
- ¡Ya lo se! No hace falta que me lo repitas. Estuve a punto de acabar con el pero...no se, no pude hacerlo.
- ¿Por qué? Te he enseñado a utilizar tus poderes, por lo menos podrias utilizarlos.
Morgana se alejo, frustrada.
- Oye, sabes que estoy de tu parte. Despues de todo fueron ellos los que te abandonaron. Yo te ayude cuando estuviste en peligro. -dijo con voz melosa- Ahora vuelve a Camelot, y asegurate de acabar con su vida. O jamas conseguiremos la espada y tu no conseguiras tu venganza.
Morgana se marcho de Avalón esa noche. Nimue tambien se marcho, completamente segura de lo que debia hacer.

Arturo y Merlin habian decidido volver a buscar a Morgana, pero esta vez, en las lunas llenas por los bosques de Camelot. Por eso, cuando Merlin decidio salir aquel dia para encontrar la cabaña donde, supuestamente habia dormido, Arturo le dejo marchar.
Tras horas de cabalgar por el bosque, y unos cuantos hechizos para localizar la cabaña habia conseguido llegar. Y alli se encontro con alguien que no pensaba volver a ver hasta dentro de un mes.
- Morgana.
- ¡¿Que haceis vos aqui, Merlin?!
- Eso deberia preguntar yo. Vos habeis estado robando a vuestro hermano, ¿cierto?
- No lo entendeis -dijo ella, con voz sombria. Alzo las manos y un circulo de fuego negro la rodeo-. Nunca lo habeis entendido.
Morgana lanzo unas llamaradas negras, que Merlin esquivo por poco.
- ¿De que hablais? No hemos dejado de buscaros desde que supimos que habiais desaparecido. -contesto mientras intentaba pensar en algun conjuro que consiguiera apagar esas llamaradas oscuras que no habia visto nunca.
- ¡Mentis! Mi propia madre me abandono. Jamas volvi a verla, ni a ella ni a mi hermano.
- Arturo no sabia que habiais desaparecido. Penso que os habiais casado, y que os habiais ido al continente.
- No puedo creer que mi hermano jamas haya escuchado los rumores de pueblo, sobre la bruja que escapo. La bruja que resulto ser la hija de la Reina.
Morgana lanzo dos bolas de fuego mas, que Merlin detuvo con magia.
- ¿Quieres tranquilizarte?
- ¡Dejame en paz, Kevin!
Ambos se quedaron paralizados unos segundos. Aquellas palabras habian despertado algo en su interior, pero la sensacion desaparecio tan rapido como lo habia hecho.
- Si quereis pelear -Merlin fue el primero en recuperarse-, que sea un duelo justo.
Morgana asintio. Sabia que ganaria, entonces pondria fin a su vida y por fin Nimue y ella podrian robar a Excalibur.

Tras una encarnizada batalla, Morgana habia acorralado al joven mago, que intentaba no quemarse con las llamas que le rodeaban, pero habia chocado contra un arbol. Morgana se acerco a el, y de su tunica extrajo el cuchillo de la noche anterior. Mientras caminaba hacia a el, calentaba con llamas oscuras la hoja.
Merlin evitaba mirarla, porque estaba seguro de que ese seria su final. Pero Morgana no llego a utilizar el cuchillo. Merlin podia sentir el calor de la hoja cerca de su cuello, pero una vez mas, Morgana lo retiro y lo tiro lejos.
-  ¿Por que no puedo hacerlo? ¿Por que?
Merlin se dejo caer al pie del arbol, aliviado y aun un tanto sorprendido de tener cuello. Mientras tanto, la bruja se paseaba por el claro, murmurando y abrazandose a si misma.
- ¡Te odio! ¿Por qué? ¿Por qué no puedo matarte? -Morgana habia llegado dando zancadas hasta él, tanto que podia ver la furia reluciendo en sus ojos azules.
- No lo sé. ¿Que te he hecho? ¿Por qué quieres matarme?
- Porque eres el mentor de mi hermano. Porque tenia que vengarme de el por abandonarme. -habia vuelto a alejarse, pero aun podia ver las lagrimas de resentimiento que amenazaban con salir.
- Arturo no tenia ni idea de que estabas cerca de Camelot, y cuando se entero, fue corriendo a buscarte. ¿Por que no quieres entenderlo?
- Te repito que tu no lo entiendes, no entiendes nada. No tienes ni idea de lo que he pasado, de lo sola que he estado -las lagrimas comenzaron a salir-. Nimue fue la unica que me ayudo, incluso cuando la ciudad entera intentaba encontrarme para llevarme a la hoguera.
Poco a poco, la oscuridad que habitaba en el corazon de Morgana se iba diluyendo, despues de muchos años de rencor y resentimiento.
Y, mientras la oscuridad se disolvia, las memorias de ambos volvian. El primero en recuperar la memoria completamente fue Merlin.
- Soph.
Al principio Morgana no reconocio el nombre. Pero despues de unos segundos de indecision.
- ¿Kevin?
Se abrazaron, como fundiendose en un solo ser despues de tanto tiempo...












*Le Fay significa hada

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